¿Pasará a la historia como el papa que acostumbraba a ponerse cosas en la cabeza? Quién sabe. Lo que sí está claro es que con él vamos a ir enriqueciendo nuestro léxico. Cuando su nombramiento muchos oyeron por primera vez la palabra
camarlengo. Y ahora, gracias a ese atuendo de fuerte impacto visual con que se ha paseado por la plaza de San Pedro, hemos sabido que lo que llevaba encima era un
camauro. El vocablo está en el diccionario de María Moliner: "
Gorro de tela que usa el papa, de forma de casquete, un poco prolongado por la parte de las orejas, a las que cubre".
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